En Bici por los Valles de Lechada y del Naranco...

Siguiendo la huella de los glaciares cantábricos...

Pedalear a casi dos mil metros de altura por dos de los valles más bonitos del Macizo de Fuentes Carrionas es todo un placer para los sentidos. Esperemos que este placer no se convierta en un recuerdo del pasado debido al avance del “progreso” con sus hierros y su hormigón. Mientras tanto disfrutemos de estos valles oseros y sus bellos narcisos deseando de todo corazón que sigan así muchos años más...

- Punto de Partida y llegada: Portilla de la Reina
- Desnivel: +- 700 mts.
- Longitud: 23 kms.
- Dificultad: Alta
- Horario: 4 horas
- Tipo de Camino: Pistas anchas de firme variable y senderos estrechos y pedregosos
- Observaciones: Toponimia del Mapa “Macizo de Fuentes Carrionas” de Ediciones Adrados.

Dos grandes lenguas pertenecientes al glaciar que moldeó el macizo de Peña Prieta en el Cuaternario originaron dos preciosos valles en los que se puede apreciar perfectamente la “mano de obra” empleada para crearlos. Todos los inviernos la nieve hace recordar a esta tierras su pasado glaciar, pero cada primavera, dos floridas vegas aparecen en el lugar que tanto tiempo estuvo cubierto por los hielos. Verdes vegas que al marchar las nieves se engalanan con grandes narcisos y ricos pastos para disfrute de los animales que pueblan estas tierras. Animales como el Oso Pardo Cantábrico que tiene en estos valles una vía de comunicación entre los ejemplares de la población oriental. Es difícil que nos encontremos con este esquivo animal, pero no será raro encontrar sus huellas en las pistas que recorreremos. Lo que si veremos seguramente serán ciervos y rebecos correteando por estos bellos valles al notar nuestra presencia.
En la mitad del Valle de Lechada se encuentra el despoblado de San Andrés. De este lugar era el arriero que quedó atrapado por la nieve junto con su hijo y su carro de bueyes en el alto que da paso a Cardaño de Arriba en tierras palentinas. Desesperado por no poder continuar debido a la tempestad de nieve que les azotaba dejó a su hijo bien arropado en el carro y bajó a pedir ayuda. Se perdió en la tormenta y desesperado prometió a San Lorenzo diez libras de cera por su ayuda. Cesó la tormenta y pudo llegar a San Andrés. Cual no sería su sorpresa cuando encontró en este pueblo su carro con sus bueyes y a su hijo sano y salvo. Al preguntarle como había llegado hasta allí su hijo le explicó que un amable joven llamado Lorenzo les había llevado hasta el pueblo. Desde entonces todos los años los vecinos de Portilla de la Reina deben llevar diez libras de cera a los de Cardaño de Arriba. ¿Leyenda o realidad?, vaya usted a saber, lo que si que es seguro es que podremos imaginarnos como fue aquella bajada cuando recorramos estos valles.

ITINERARIO. La ruta se encuentra señalizada como PR-LE 22 “Valle del Naranco – Valle de Lechada”. Saliendo de Portilla de la Reina dirección León por la N-621 llegaremos en poco menos de un kilómetro a unas naves ganaderas a las que se accede por un puente sobre el río Esla o Yuso. Atravesamos el puente y nos encontramos con un cartel indicador del PR donde arranca la pista del Valle de Lechada. Desde este punto ya solo nos tenemos que preocupar de pedalear disfrutando de la pista que sigue el trazado del valle muy cerca del Arroyo de Lechada. A unos cuatro kilómetros pasaremos por el despoblado de San Andrés y un kilómetro más adelante deberemos tomar la pista de la izquierda en la Majada de la Calar. Fuertes rampas nos introducen en la Vega de Bobias.

Cuatro kilómetros más y llegaremos al desvío del PR que nos invita a desmontar de la bici y portearla hasta el collado del Boquerón de Bobias. Desde este punto podríamos subir a conocer la Laguna de Hoyo Empedrado acabando de pedalear las fuertes rampas de la pista que muere un kilómetro más arriba casi a dos mil metros debajo de ese bello paraje. Hagamos lo que hagamos lo siguiente será pasar por el Boquerón de Bobias y quedar sorprendidos por la aparición de la Vega del Naranco a nuestros pies.

Un sendero bastante técnico y difícil de ciclar nos lleva atravesando la ladera hasta la Majada Vieja donde volvemos a encontrar una buena pista que poniendo a prueba nuestros frenos nos lleva hasta el Refugio Mariñas en el fondo de la Vega del Naranco.

Siguiendo el valle en dirección oeste llegaremos a Llánaves de la Reina en poco más de 3 kilómetros.

Y ya solo nos quedará dejarnos llevar por la cómoda carretera que une este pueblo con Portilla de la Reina para completar una espectacular ruta que esperemos que siga así muchos años y no se vea alterada por la amenaza de proyectos que bajo la bandera del “progreso” pretenden llenar de hierros y hormigón estos rincones salvajes de la Cordillera Cantábrica.

¡Saludos Esgalleros! =D...