domingo, 30 de noviembre de 2008
viernes, 28 de noviembre de 2008
27 NOVIEMBRE 2008... Petando el "paquetón" en el PEÑON DE ARBILLOS (Besande, León)...
http://www.besande.com/gordaliza.php
La leyenda de la reina Constanza
Así nos los cuenta Antonio Valbuena: 'Se refiere a que hallándose la augusta dama en Sahagún, abrumada de tristeza y enferma de tercianas, fue por consejo de sus médicos a buscar la salud del cuerpo y el esparcimiento del ánimo a aquella parte de la montaña leonesa. Y cuentan que al llegar en su expedición un poco más arriba de Besande, yendo con la terciana, abrasada de sed, vio una fuente muy clara y abundante, que manaba a borbotones en una campera al lado del camino y quiso beber agua de ella.
En aquel tiempo y hasta cerca del nuestro, se prohibía severamente a los tercianarios beber agua fría mientras les duraba la calentura y los acompañantes de la reina se opusieron respetuosamente a su antojo. Pero ella insistió y, como era reina, se salió con la suya, bebiendo todo el agua que quiso. El resultado fue que se la cortaron las tercianas y, atribuyéndolo a aquella agua, hizo, por gratitud, declarar exentos de alcabalas a los dos pueblos más próximos a la fuente, la cual aún hoy sigue manando en el mismo sitio y la llaman la Fuente de la Reina'.
Hoy día esa fuente, situada en medio de un pequeño prado al lado del río, en la curva de la carretera, sigue manando una agua friísima y ha sido canalizada hasta el río. Se la conoce también con el nombre de Fuente del Cuende.
La leyenda de la reina Constanza
Así nos los cuenta Antonio Valbuena: 'Se refiere a que hallándose la augusta dama en Sahagún, abrumada de tristeza y enferma de tercianas, fue por consejo de sus médicos a buscar la salud del cuerpo y el esparcimiento del ánimo a aquella parte de la montaña leonesa. Y cuentan que al llegar en su expedición un poco más arriba de Besande, yendo con la terciana, abrasada de sed, vio una fuente muy clara y abundante, que manaba a borbotones en una campera al lado del camino y quiso beber agua de ella.
En aquel tiempo y hasta cerca del nuestro, se prohibía severamente a los tercianarios beber agua fría mientras les duraba la calentura y los acompañantes de la reina se opusieron respetuosamente a su antojo. Pero ella insistió y, como era reina, se salió con la suya, bebiendo todo el agua que quiso. El resultado fue que se la cortaron las tercianas y, atribuyéndolo a aquella agua, hizo, por gratitud, declarar exentos de alcabalas a los dos pueblos más próximos a la fuente, la cual aún hoy sigue manando en el mismo sitio y la llaman la Fuente de la Reina'.
Hoy día esa fuente, situada en medio de un pequeño prado al lado del río, en la curva de la carretera, sigue manando una agua friísima y ha sido canalizada hasta el río. Se la conoce también con el nombre de Fuente del Cuende.
domingo, 23 de noviembre de 2008
jueves, 20 de noviembre de 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
sábado, 15 de noviembre de 2008
13 NOVIEMBRE 2008... Pico Murcia!!!
viernes, 14 de noviembre de 2008
11 NOVIEMBRE 2008... Una paradita en ASTORGA...
Volvíamos de A Coruña y la idea era haber parado a escalar en alguna escuela que nos pillara de paso, pero, ay!, las previsiones se cumplieron y llovió desde Coruña hasta Guardo... y a ratos más!... menos mal, que, como dice nuestro amigo Victor: "La lluvia es Arte"...
Al pasar por Astorga, para un poco... y decidimos hacer una paradita...
... y como había "mono" de escalar, pues...
Al pasar por Astorga, para un poco... y decidimos hacer una paradita...
... y como había "mono" de escalar, pues...
jueves, 13 de noviembre de 2008
10 NOVIEMBRE 2008... Una tarde en A CORUÑA...
Gracias a esos Galegos tan majos que nos hicieron sentir como en casa...
Lo de los menhires, fue "culpa" de Alex y su hilo del Boulder Ancestral, je, je, je...
Gracias...
¡Saludos Esgalleros! =D...
domingo, 9 de noviembre de 2008
Leyenda del Gigante de Valle Estrecho...
Esta mañana, buscando una foto para otra cosa, me encontré con esta y se me vino a la mente esta guapa leyenda...
La leyenda nos habla de un tiempo remoto, en el que un hombre gigante habitaba en el Valle Estrecho, en la zona de San Martín de los Herreros. Aquel humano de extraordinarias dimensiones tenía una hija, que vivía con él y por la que sentía un gran amor. Un día, sin embargo, la hija conoció a un hombre y se enamoró de él. Poco tiempo después, los dos se marcharon juntos hacia el sur, por los caminos que conducen a La Valdavia. Cuando el padre tuvo conocimiento de lo que había sucedido sintió la más profunda de las tristezas. El gigante, al fin, se tumbó sobre la cordillera de La Peña y se sumió en un profundo sueño del que jamás despertó. Cuenta la leyenda que todavía puede verse perfectamente la silueta del gigante desde pueblos como Pisón. La Peña Redonda es su barriga, mientras que la cabeza queda al Oeste, siguiendo la línea montañosa. En el lado opuesto, también pueden verse los pies de aquel desafortunado gigante. Narganes Quijano, F. y Román Ibáñez,W.: “Castrejón de la Peña. Historia y Tradiciones del Municipio”, Cultura&Comunicación, Valladolid, 2004
http://tiradelhilo.dip-palencia.es/ver.asp?cole=4
¿Le veis?...
¡Saludos Esgalleros! =D...
La leyenda nos habla de un tiempo remoto, en el que un hombre gigante habitaba en el Valle Estrecho, en la zona de San Martín de los Herreros. Aquel humano de extraordinarias dimensiones tenía una hija, que vivía con él y por la que sentía un gran amor. Un día, sin embargo, la hija conoció a un hombre y se enamoró de él. Poco tiempo después, los dos se marcharon juntos hacia el sur, por los caminos que conducen a La Valdavia. Cuando el padre tuvo conocimiento de lo que había sucedido sintió la más profunda de las tristezas. El gigante, al fin, se tumbó sobre la cordillera de La Peña y se sumió en un profundo sueño del que jamás despertó. Cuenta la leyenda que todavía puede verse perfectamente la silueta del gigante desde pueblos como Pisón. La Peña Redonda es su barriga, mientras que la cabeza queda al Oeste, siguiendo la línea montañosa. En el lado opuesto, también pueden verse los pies de aquel desafortunado gigante. Narganes Quijano, F. y Román Ibáñez,W.: “Castrejón de la Peña. Historia y Tradiciones del Municipio”, Cultura&Comunicación, Valladolid, 2004
http://tiradelhilo.dip-palencia.es/ver.asp?cole=4
¿Le veis?...
¡Saludos Esgalleros! =D...
SOY UN HOMBRE ENFERMO...
Aprovechando la publicación del nuevo trabajo de los Deltonos títulado "Buenos Tiempos" (que no deberíais perderos...) he recordado viejos tiempos... aquellos conciertazos del Tour Enfermo, las versiones de ZZ Top, esos peazo de temas del Bien Mejor... en fin, que sigo "enfermo" desde que conocí a esta peazo de banda allá por el 92... De aquellas formaciones ya solo queda Hendrik Röver en activo, pero gracias a él y a todos los "deltonos" por brindarnos tan buenos momentos!!!
Nunca es tarde para "enfermar"!!!
Para que disfrutéis también de su último trabajo...
sábado, 8 de noviembre de 2008
6 NOVIEMBRE 2008... Disfrutando de la Nieve entre PEÑA LABRA y la PEÑA DE LA REINA (Puerto de Piedrasluengas, Palencia)...
Pues dice la chica del tiempo que mañana va a hacer bueno así que me pongo a llamar a la gente por teléfono y mañana tenemos cita en Cervera de Pisuerga a las nueve de la mañana… Llegando a la cita me froto los ojos porque no me creo la cantidad de nieve que se ve en la Sierra de Peña Labra. Parece que hoy va a ser un buen día…
Cafecito de rigor, unas comprillas para abastecer a los despistaos y ponemos rumbo al Puerto de Piedrasluengas. Un bello puerto de montaña en los confines de la geografía palentina…
El Parque Natural ha reconstruido el viejo mirador que había en este puerto y ha habilitado un parking para unos veinte coches… no hay nadie, así que aparcamos sin problemas y nos equipamos sin quitarle ojo a la Peña Labra. Esta bella cumbre se alza sobre el puerto y el pueblo de Piedrasluengas como un silencioso vigía que domina el verde y profundo valle de la Liébana.
¿Hace falta algo más para que le entren a uno ganas de encaramarse en su cumbre?
Pues vamos pa’lla… primero a Peña Labra y luego ya veremos…
Nuestra ruta empieza en el mismo puerto de Piedrasluengas (1.355 mts.) cruzando la carretera y tomando una pista que sale en dirección este hacia unos prados situados a los pies de las faldas de Peña Labra.
Dejamos atrás un pequeño cobertizo y subimos a la izquierda de unas erizadas agujas calizas que le dan un ambientillo muy guapo a los primeros pasos de la ascensión. Al final de los primeros prados atravesamos un escobal para coger un poco más arriba un valle paralelo al anterior por el que vemos unos cables abandonados que suben hasta un repetidor. Seguimos hasta el final de este valle y salimos de el por la izquierda dejando el repetidor a nuestra derecha encaramado en unas peñas calizas. Llegamos a un pequeño colladito con unas peñas calizas que tienen unas vistas de impresión (30’) y seguimos en dirección este por terreno de prados y escobas que no tienen pérdida ninguna. Bueno realmente la ruta en sí no tiene perdida ninguna ya que Peña Labra actúa como un faro que guía nuestros pasos desde los primeros pasos de la ruta y el objetivo es ir hacia él buscando el terreno más asequible posible.
A los 1.650 metros encontramos una zona de prados (45’) desde la que tenemos que enfilar la arista suroeste de la cumbre que apunta directamente hacia el punto más alto de la Peña. A ratos hay hitos y rastros de paso entre las escobas que facilitan la progresión.
Unos 200 metros de desnivel más tarde nos plantamos en la base de la muralla que forma la zona cimera de Peña Labra. Desde aquí tenemos dos opciones, atacar directamene la cumbre por un callejo estrecho y pindio (muy inclinado en palentino!) o rodear las “almenas” hasta el Portillo de Juan Clara y atacar la fortaleza por noreste. El callejo estrecho no es difícil técnicamente, como mucho II+, pero hoy está tapizado de nieve reciente y con las tablas, y tal, y tal… decidimos rodear… Atravesamos hacia el este bajo las paredes hasta encontrar un paso (1h. 30’).
El Portillo de Juan Clara es un enorme collado que une Peña Labra con el Tres Mares y es un paso evidente entre Cantabria y Palencia atravesando la Sierra de Peña Labra. Lo cruzamos y enfilamos la meseta de Peña Labra hacia el oeste hasta dar con el vértice de la cumbre de esta atalaya petrea (2h.).
Agradable comida y nuevos planes… la idea era tirar por la cresta hacia Tres Mares, pero la vista de una gran pala de nieve hacia el valle de Polaciones nos hace quitar las pieles a toda velocidad y deslizarnos por unas fáciles rampas hacia tierras Cántabras. Bajamos unos 200 metros hacia la parte alta de El Cotero. Seguiríamos bajando porque se ve nieve hasta muy abajo, pero es que luego hay que subir, así que paramos y vuelta a pegar las pieles.
Subimos hacia el sureste para ir a dar a la parte este del Portillo de Juan Clara justo antes de las primeras cotas de 2.000 metros de esta parte de la cresta. La verdad es que por esta zona me falta de subir varias cotas así que nos dirigimos hacia la Peña de la Reina (2.101 mts.) (3’5 h.) y subimos hasta su cumbre por una bella arista nevada.
De repente un móvil suena: “oye, que si puedes estar por aquí en un par de horas…”, nos miramos, echamos cuentas, quitamos las pieles y pa’bajo. Dejamos el Tres Mares y enfilamos el descenso que en una gran diagonal nos devuelve en menos de una hora al Puerto de Piedrasluengas (5h. 15’)…
“Yo creo que llegas”…
Ah! se me olvidaba, decir que, esta ruta es perfectamente realizable en raquetas, de hecho tres de nuestros compañeros iban con ellas y disfrutaron de un ruta muy guapa. Bajaban menos rápido, pero… así es Roland Garros, je, je, je…
¡Saludos Esgalleros! =D
Cafecito de rigor, unas comprillas para abastecer a los despistaos y ponemos rumbo al Puerto de Piedrasluengas. Un bello puerto de montaña en los confines de la geografía palentina…
El Parque Natural ha reconstruido el viejo mirador que había en este puerto y ha habilitado un parking para unos veinte coches… no hay nadie, así que aparcamos sin problemas y nos equipamos sin quitarle ojo a la Peña Labra. Esta bella cumbre se alza sobre el puerto y el pueblo de Piedrasluengas como un silencioso vigía que domina el verde y profundo valle de la Liébana.
¿Hace falta algo más para que le entren a uno ganas de encaramarse en su cumbre?
Pues vamos pa’lla… primero a Peña Labra y luego ya veremos…
Nuestra ruta empieza en el mismo puerto de Piedrasluengas (1.355 mts.) cruzando la carretera y tomando una pista que sale en dirección este hacia unos prados situados a los pies de las faldas de Peña Labra.
Dejamos atrás un pequeño cobertizo y subimos a la izquierda de unas erizadas agujas calizas que le dan un ambientillo muy guapo a los primeros pasos de la ascensión. Al final de los primeros prados atravesamos un escobal para coger un poco más arriba un valle paralelo al anterior por el que vemos unos cables abandonados que suben hasta un repetidor. Seguimos hasta el final de este valle y salimos de el por la izquierda dejando el repetidor a nuestra derecha encaramado en unas peñas calizas. Llegamos a un pequeño colladito con unas peñas calizas que tienen unas vistas de impresión (30’) y seguimos en dirección este por terreno de prados y escobas que no tienen pérdida ninguna. Bueno realmente la ruta en sí no tiene perdida ninguna ya que Peña Labra actúa como un faro que guía nuestros pasos desde los primeros pasos de la ruta y el objetivo es ir hacia él buscando el terreno más asequible posible.
A los 1.650 metros encontramos una zona de prados (45’) desde la que tenemos que enfilar la arista suroeste de la cumbre que apunta directamente hacia el punto más alto de la Peña. A ratos hay hitos y rastros de paso entre las escobas que facilitan la progresión.
Unos 200 metros de desnivel más tarde nos plantamos en la base de la muralla que forma la zona cimera de Peña Labra. Desde aquí tenemos dos opciones, atacar directamene la cumbre por un callejo estrecho y pindio (muy inclinado en palentino!) o rodear las “almenas” hasta el Portillo de Juan Clara y atacar la fortaleza por noreste. El callejo estrecho no es difícil técnicamente, como mucho II+, pero hoy está tapizado de nieve reciente y con las tablas, y tal, y tal… decidimos rodear… Atravesamos hacia el este bajo las paredes hasta encontrar un paso (1h. 30’).
El Portillo de Juan Clara es un enorme collado que une Peña Labra con el Tres Mares y es un paso evidente entre Cantabria y Palencia atravesando la Sierra de Peña Labra. Lo cruzamos y enfilamos la meseta de Peña Labra hacia el oeste hasta dar con el vértice de la cumbre de esta atalaya petrea (2h.).
Agradable comida y nuevos planes… la idea era tirar por la cresta hacia Tres Mares, pero la vista de una gran pala de nieve hacia el valle de Polaciones nos hace quitar las pieles a toda velocidad y deslizarnos por unas fáciles rampas hacia tierras Cántabras. Bajamos unos 200 metros hacia la parte alta de El Cotero. Seguiríamos bajando porque se ve nieve hasta muy abajo, pero es que luego hay que subir, así que paramos y vuelta a pegar las pieles.
Subimos hacia el sureste para ir a dar a la parte este del Portillo de Juan Clara justo antes de las primeras cotas de 2.000 metros de esta parte de la cresta. La verdad es que por esta zona me falta de subir varias cotas así que nos dirigimos hacia la Peña de la Reina (2.101 mts.) (3’5 h.) y subimos hasta su cumbre por una bella arista nevada.
De repente un móvil suena: “oye, que si puedes estar por aquí en un par de horas…”, nos miramos, echamos cuentas, quitamos las pieles y pa’bajo. Dejamos el Tres Mares y enfilamos el descenso que en una gran diagonal nos devuelve en menos de una hora al Puerto de Piedrasluengas (5h. 15’)…
“Yo creo que llegas”…
Ah! se me olvidaba, decir que, esta ruta es perfectamente realizable en raquetas, de hecho tres de nuestros compañeros iban con ellas y disfrutaron de un ruta muy guapa. Bajaban menos rápido, pero… así es Roland Garros, je, je, je…
¡Saludos Esgalleros! =D
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