RUTA NORMAL
. Nombre: Cresta Oeste (Cresta Curruquilla)
. Punto de Partida: Vidrieros (1.330 mts.)
. Acceso: Desde Cervera de Pisuerga (24 kms.) o
Velilla del Río Carrión (36 kms.) siguiendo la P-210 (Ruta de los Pantanos)
hasta Triollo donde se toma la P-216 que termina en el pueblo de Vidrieros.
. Horario Estimado: 3 hs. 15’ (Subida) + 2 hs. 15’ (Bajada)
. Dificultad: SD/F. Buena pista hasta el Refugio de
Postil de Soña. Terreno pedregoso sin sendero en la Loma Curruquilla.
. Desnivel: +- 1.100 mts.
. Distancia: 12 kms. (Ida y
vuelta)
. Material: Montañismo
. Ascensión Invernal: III/1
. Descripción
del Itinerario: Seguir la ruta de la Cumbre Oeste (Curavacas),
hasta llegar a la cota 2.300 mts. (3 hs.). Desde este punto tenemos que trazar
una diagonal atravesando la ladera sur de la Curruquilla en dirección noreste
hacia el collado que separa nuestro objetivo de esta cumbre. Desde este
collado, recorriendo la corta cresta oeste, alcanzamos fácilmente la cumbre del
Alto de La Pedrizona (2.397 mts. / 3 hs. 15’).
OTRAS RUTAS
1. Arista Sureste (F)
CUMBRES SECUNDARIAS
. Alto Pedrizona SE 1 (2.395 mts.)
. Alto Pedrizona SE 2 (2.276 mts.)
2 comentarios:
¡Qué buena pinta tiene esa Curruquilla, Vidal! Parece una zona muy alpina, de sugestivos itinerarios con esa suave manta blanca. Estupenda para ascenderla por terreno mixto de nieve y roca. Eusebio Bustamante, el fotógrafo de Picos, era un enamorado del Curavacas. Tenía tienda en Potes, hoy regentada, creo, por uno de sus hijos. Cuando nos veíamos, solía decirme: “No dejes de ir a la montaña palentina; te entusiasmarán esa y sus cimas próximas como el Espigüete”. No seguí su consejo porque estaba entonces absorbido por los macizos clásicos de Picos, Gredos, Guadarrama, Sierra Nevada, Pirineos y Alpes. Años más tarde, cuando ya mi movilidad se había deteriorado, recordé el consejo de Eusebio y fui a Fuentes Carrionas. En Cardaño pude comprobar cuánta razón tenía mi viejo amigo. El Espigüete lucía esplendoroso como un bastión alpino, y a lo lejos, hacia el nordeste, se elevaba el altivo Curavacas que a él tanto le entusiasmaba. Las personas somos muy dadas a sobrevalorar lo lejano en detrimento de lo próximo. Nos vamos al quinto pino en busca de nuevas sensaciones, en busca de rutas trilladas una y mil veces, despreciando el gran valor de lo que tenemos a nuestro alrededor. Una pena. A mí, el Curavacas y el Espigüete me han llegado tarde. Saludos, JT
Muy buenas José!!!... una preciosa zona que vive sin hacer ruido a la sombra del Curavacas... y no te preocupes por no haber hecho el Curavacas o el Espigüete, pues sería imposible en una sola vida hacer todas las montañas bonitas que se cruzan en nuestras vidas... y seguro que conociste un montón de bellas cumbres que yo tampoco podré conocer... pero bueno, quizá en nuestra próxima vida podamos subir todo lo que dejemos sin hacer en esta, je, je, je!!!... un abrazo amigo! ;)
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